En el mundo de Vekhara, las diferentes regiones prosperan gracias a un dinámico sistema de comercio de recursos esenciales, cada uno profundamente ligado a su entorno y estilo de vida.
Aluria, una tierra de fiestas sin fin y libertad, comercia con Gluttara para obtener la esencia de flores oscuras de sus frondosas y peligrosas selvas. Junto con el néctar de seducción nativo, los Alurianos producen el exclusivo Perfume de Niebla Velyriana, un valioso recurso defensivo en combate. En este intercambio, Aluria también ofrece a Gluttara servicios festivos, enriqueciendo aún más las celebraciones de esta región centrada en el placer. Los Gluttareños, a su vez, producen el Elixir del Banquete Inacabable, un brebaje que permite a los participantes continuar sus festines sin fatiga, elaborado con agua de manantial y cristales digestivos recolectados de sus tierras.
Dorakaar, dominado por áridos desiertos y ricas minas, es la principal fuente de minerales preciosos en Vekhara. Sus lingotes malditos, elaborados a partir de sus vastas reservas de hierro y oro, circulan por el mundo como un recurso codiciado y temido. Aunque Dorakaar se niega a comerciar con la elitista Celestia, mantiene una relación comercial con Eshnar, quien adquiere acero y hierro de las minas para sus artes bélicas y rituales de combate.
Celestia, el opulento reino de los arrogantes, es conocida por su exclusividad y la fama de sus habitantes, quienes rara vez comercian con regiones inferiores. De sus recursos propios extraen fragmentos de cristal celeste y recolectan lágrimas de condescendencia en sus puras aguas, con las que fabrican la Corona de Desdén, un símbolo de intimidación y poder. Esta preciada corona es distribuida con orgullo a otras regiones, consolidando la riqueza y fama de Celestia a través de sus exportaciones de lujo.
Letheria, en contraste, es un conjunto de islas en ruinas, otrora majestuosas, ahora dedicadas al comercio de amuletos de protección. Desde sus playas extraen arena de tiempo muerto y fragmentos de coral inerte para confeccionar el Amuleto de Quietud Letheriana, un objeto altamente buscado en Vekhara, especialmente para los viajeros que necesitan protección y buscan objetos de renacimiento.
Finalmente, Caldrin es una región aislada y celosa de sus recursos. Debido a su naturaleza reservada, no permite ni la entrada ni la salida de mercancías externas, viviendo de lo que sus montañas y fauna local pueden ofrecer. Con fragmentos de cristal reflejante y lágrimas de celos extraídas de sus animales, los habitantes de Caldrin fabrican el Espejo de Reflejo Codicioso, un objeto intrigante que permite adoptar la apariencia de otros. Aunque es codiciado, Caldrin se mantiene firme en su política de no comerciar, protegiendo sus secretos y manteniendo su independencia.
Este sistema de intercambio y recursos en Vekhara no solo sostiene a las regiones, sino que también refuerza la identidad y las relaciones de cada territorio, haciendo que la economía sea una extensión de sus culturas y valores más profundos.