El pecado de la Gula
Vorak controla la Selva de Gluttara un lugar donde todo es excesivo y está fuera de control. Este fomenta un ciclo de consumo sin fin, atrapando a las personas en la adicción a la comida, las drogas y a cualquier cosa que puedan devorar. Por su culpa los habitantes de Gluttara están atrapados en un ciclo interminable de glotonería, incapaces de saciar sus deseos. Cuanto más consumen, más vacíos se sienten.
Aspecto
Monstruosidad gigantesca, su cuerpo hinchado y grotescamente obeso está cubierto de bocas que nunca paran de masticar. A su alrededor, el aire parece cargado de una energía que hace que todo ser vivo cercano sienta un hambre incapaz de saciarla. A medida que se mueve, cada paso retumba en la tierra como una fuerza imparable.
Comunicación
En Gluttara la gente adora a Vorak con festines descomunales. Se preparan comidas que nunca serán consumidas, solo como ofrendas para apaciguar el hambre de Vorak. Los seguidores también realizan sacrificios de alimentos y animales mientras pronuncian palabras de gratitud temerosa, esperando que Vorak calme su insaciable hambre y no los devore.